viernes, 11 de septiembre de 2015

De los muros para adentro: los muertos

El total de asesinados en el motín fue de ocho, todos internos del penal. Ningún rehén o guardia perdió la vida.

Lo primeros en ser atacados fueron, como se podía suponer, los arruinaguachos. Un interno de Sierra Chica apodado "Mandinga" era del grupo pero los traicionó y le aviso a los Apóstoles donde estaban refugiados: Pabellón 8, segunda celda a la derecha.



  • El primero al que fueron a matar fue a Agapito Lencinas. Le disparó Brandán, que le tenia bronca porque en 1987 Lencina le había saboteado una fuga en Olmos. Aunque Popó depositó tres balas en Lencina, no murió acribillado sino degollado por otro interno. Su cuerpo recibió mas de 200 puñaladas post mortem.
























Documento publicado por el diario Clarín.

  • Brandán también le disparo a Gaitán, quien intentaba huir mientras apuñalaban a "Gapo". Acevedo se encargó de matarlo: se le paró en la espalda cuando ya estaba tendido y le clavó su faca. Descargó mas de 12 años de bronca en ese cuchillazo.
  • Palomo "Nippur" Poleschuk era parte de los arruinaguachos. Se había unido a la banda mas que nada por el prestigio, esto le costó la vida. Mientras Gaitán y Lencina morían se escapó para refugiarse en una celda, pero un grupo de seguidores de los apóstoles lo fueron a buscar. Como Nippur no salia, los internos prendieron fuego un colchón y se lo tiraron adentro de la celda. Poleschuk se empezó a asfixiar y cuando salió corriendo de su refugio la horda enardecida lo derribó y apuñalo a través de otro colchón, para no mancharse con la sangre.
  • "El Indio" Daniel Niz alcanzó a llegar hasta le pabellón siete mientras en el ocho comenzaba la masacre, pero su titulo de "soldado" de Lencina le dictó una sentencia de muerte. Omar, un amigo de Mandinga que no quería problema con los Apóstoles lo vió refugiarse y corrió a avisarles. Cacho Perales y Leo Salazar fueron a buscarlo, acompañados de una decena de internos. Niz era un violador serial y había abusado de varias de las familiares de los presos. Por eso mas de uno quería ser el autor de su asesinato. Leo Salazar entró en la celda y El Indio le mostró una herida que le habían hecho mientras escapaba. Salazar fingió pena y cuando se acercó a verle el corte, sacó su faca y le perforó el estómago. Estaba vengando a "Eli", la mamá de uno de sus amigos que fue abusada por Niz.
  • Mario "Rolo" Barrionuevo pecó de entrometido. Cuando vio que estaban matando a Nippur salió de su celda y exigió "que dejen en paz a los pibes". En ese momento alguien declaró que a los traidores también había que matarlos y Barrionuevo pagó con la vida. Nunca había pertenecido a los arruinaguachos, no se hablaba con Lencina ni había tenido algún problema con los Apóstoles. Estuvo en el lugar y momento equivocado.
Tras de la muerte de Barrionuevo el grupo GEO ingresó al penal y quiso recuperarlo, luego de un fuego cruzado y amenaza de matar a los rehenes, los 12 Apóstoles subieron a la terraza con los cautivos a amenazar a la policia. Esa foto estaría en todos los noticieros y sería tapa de cada diario. Pasados los incidentes los uniformados se replegaron y el penal quedó sitiado nuevamente. Comenzaron a buscar a los enemigos que faltaba ejecutar.

















Omar Lujan "El Paisano" Ibarra habia trabajado para el Servicio Penitenciario también y tenia buena relación con Lencina. En Sierra Chica estaba tildado de delator y sospechaban que había boicoteado un plan de fuga anterior, Ibarra sabía que en la lista seguía el. Corrió al pabellón nueve donde hirió a otro interno para despejar una celda. El interno fue a avisarles a los Apóstoles donde estaba El Paisano. Ariel y Alejandro Diaz Ramirez lo fueron a buscar. Pero una maniobra traicionera de Ibarra hizo que pudiera escapar.

  • Aquiles Maillet fue otro de los muertos que nada tenia que ver con la riña intercarcelaria. Era el dueño de la celda donde El Paisano intentó refugiarse en el pabellón nueve huyendo de los Apóstoles. Cuando entró, Ibarra salió de abajo de la cama y lo acuchilló. Los Diaz Ramirez llegaron buscando a Luján, lo vieron agonizando y lo quisieron salvar. Fueron a Sanidad a buscar a un doctor, lo sacaron en ambulancia de la penitenciaría. Mientras tanto el Paisano huyó. Maillet falleció seis días después. 
  • Daniel "Chiche" Romero Almada se había peleado con Pedraza dos semanas antes del motín. Lo acusaba de que él lo habia incriminado por unos supuestos explosivos que Pedraza tenia. Chiche lo humilló adelante de todos los compañeros y Pedraza le dio una golpiza que le valió cinco días en las fosas. Pero haberle pegado no fue suficiente y aprovechó para darle punto final al enfrentamiento. Fue a buscar a Almada al pabellón doce. Antes de matarlo a puñaladas le dijo que hacia justicia por las chicas que él habia violado y matado años antes. 
  • José Cepeda fue el tercer "muerto por accidente". La noche posterior a la masacre no podía dormir porque temía que alguien lo asesinara si cerraba los ojos, así que decidió salir a tomar aire. Se fue hasta la cocina a presenciar la cremación de los arruinaguachos. Cuando entró se encontró con la cabeza de "Chiche" Romero lista para ser metida al horno. Romero había sido su compañero de celda y en un arrebato de paranoia Cepeda pensó que iban a matarlo. Comenzó a gritar y Pedraza se sobresaltó. José salió corriendo, Jorge ordenó "parenlo". Ariel "El Gitano" Acuña entendió "matenlo" y salió a perseguirlo concentrado en cumplir la orden del jefe. Cepeda logró llegar hasta la guardia armada y refugiarse con el GEO pero la muchedumbre se agolpó afuera y amenazaron con matar a todos los rehenes si no lo devolvían. Los uniformados entregaron a José. Acuña dio el primer facazo. El primero de decenas.  

Estos fueron los ocho asesinatos, por orden cronológico. Los cuerpos de los arruinaguachos fueron apilados en el pabellón siete donde les robaron la ropa y las zapatillas. Al día siguiente de la masacre mas de 600 presos desfilaron por adelante de los cadáveres en una suerte de velatorio. Pero en vez de llorar los insultaron, escupieron, los patearon y se rieron. Se acordaron de sus amigos violados, asesinados y de sus familiares abusadas. La venganza había llegado por fin. Los Apóstoles eran héroes.
Todos los muertos fueron descuartizados, cargados en ollas, llevados a la cocina e incinerados. Los internos se encargaron de limpiar la sangre, tirar las cenizas y barrer los hornos industriales, no querían dejar rastros del horror que se vivió aquella noche en Sierra Chica. Respondian a las órdenes de Pedraza. Sin cuerpos no podrían acusarlos de ningún asesinato.



















DEVASTADO. Así quedó el penal después de que los Apóstoles se entregaran.

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