Protagonistas: Las 12 caras del horror

Los doce Apóstoles fue el nombre con que se conoció al grupo de presos cabecillas que organizó, desplegó y llevo adelante el motín. Obtuvieron esta denominación no solo por ser la misma cantidad que los discípulos de Jesús sino también porque los hechos se desarrollaron durante la Semana Santa de 1996.
Aquí la historia criminal y breve biografía del grupo que logró que mas de mil delincuentes se amotinaran durante ocho días.

Jorge Alberto Pedraza

A Jorge "Pelela" Pedraza lo encarcelaron en 1986. Era primer Dan de karate y cultivaba el estilo de vida de las artes marciales, es por esto que fue el que mas calmo estuvo durante el motín. Ese marzo de 1996 tenia 33 años. Fue uno de los tres lideres principales de los apóstoles y quien ideó el plan de fuga frustrado que derivó en la toma del penal. No era querido en las cárceles porque tenia fama de sublevar a los internos y fue participe en reiterados intentos de fuga. Empezó a delinquir siendo menor de edad, era jefe de una banda que se dedicaba a robar autos y enviar sus partes a Paraguay. Les iba bien y decidió retirarse. Pero en Navidad de 1986 unos compañeros de la banda le pidieron salir a robar porque no tenían plata, realizaron varios asaltos pero la cosa se complico cuando apareció un policía que enfrentó a Jorge. Pedraza lo mató de cuatro tiros en el pecho. Además se enfrentó a balazos con otro uniformado. Se escapó a Tucuman para refugiarse y cuando volvió a Buenos Aires, algunos meses después, lo detuvieron porque un compañero de la banda lo delató. Desde ese momento estuvo en prisión y participó de por lo menos cuatro intentos de fuga antes de llegar a Sierra Chica.

Marcelo Brandán Juárez

"Popó", como lo llamaban en la cárcel Nació el 28 de julio de 1967, es el cuarto de seis hermanos. Vivió hasta los ocho años en la villa de Retiro, luego se mudó a Ramos Mejía. A los 14 años ya robaba. A esa edad cayó preso por primera vez.En Semana Santa de 1996 tenía 28 años y ya había participado en revueltas carcelarias en Olmos y La Plata. Sus compañeros no lo querían porque era violento sin motivo, las drogas lo ponían como loco y se la pasaba insultando a los guardias. El análisis psiquiátrico que le practicaron reveló ‘una personalidad egocéntrica, con rasgos narcisistas, irreflexivo, carece de sentimiento de culpa y no tiene interés por estudiar o trabajar'. Se dice que los demás apóstoles le hicieron creer a Brandán que era uno de los lideres de la revuelta y el, con ambición de fama, se la creyó. Se lo acusó como el autor principal de las ocho muertes ocurridas en Sierra Chica.

Miguel Ruiz Dávalos

"Miguá", para los compañeros, fue quién recibió el arma de fuego que inició el plan de fuga. Era uno de los presos mas respetados porque, además de intentar fugarse de cuanto penal lo estuvo, rescató de manera solidaria a sus cómplices en la fuga de Batán, Mar del Plata. Tenia 32 años al momento de los hechos. Aunque tenia sonrisa fácil dicen que sufría muchísimo el encierro.Adicto a las pastillas y a cuanta droga se le cruzaba, Antes de ir preso, fue dueño de un boliche. Dentro de la cárcel era muy tranquilo, pero manejaba la faca de manera excelente, así que era capaz de matar de frente o a traición cuando lo molestaban. También manejaba muy bien las armas de fuego. Se destacó en los robors "express"; rompía a mazados los vidrios blindados de los bancos y entraba en minutos. Fue a prisión por primera vez a los 22 años, en 1985 por robo seguido de homicidio. Lo condenaron a 15 años de prisión, primero estuvo en Olmos y después en Sierra Chica, en 1987 intentó su primera fuga. Nueve años mas tarde sería un líder de apóstoles.

Carlos Gorosito Ibañez 

Su apodo era "Chucky". Tenia sentido del humor y se llevaba bien con los guardias. Nadie iba a visitarlo a Sierra Chica. Era fanático de las motos, vehículo que usaba para sus actos delictivos. Manejaba muy bien la faca, durante su paso por los penales mató a tres internos en luchas. No era un hombre peligroso, estaba condenado por robo a mano armada y dentro de la cárcel se rodeó de otros presos con los que formaba el grupo de "Los Mendocinos". Ibañez no tuvo una participación significativa dentro del armado del plan, mas bien fue de ayuda en el intento de fuga y cumplió ordenes de los cabecillas cuando se amotinaron. Sirvió como distracción para los guardias ya que hizo correr el rumor de que iba a protagonizar una pelea en la cancha de fútbol al momento en que Brandán, Pedraza y Juarez iniciaban el operativo. Así, la seguridad se reforzó en el patio, dejando liberada la zona de pabellones.

Jaime Pérez Sosa

Era el compañero de celda de Miguel Angel Ruiz Dávalos en Sierra Chica. Eran del mismo grupo o "rancho" como se le llama en la jerga carcelaria. No tenia mucha personalidad. Tenia 25 años cuando tomaron el penal. Peleaba a puño limpio o con faca, se hacia respetar y tenia agallas, cuentan, Fue uno de los que ayudo a trasladar la escalera que usaron para intentar escapar de Sierra Chica. Además se encargó de trasladar a los rehenes a sanidad y se alternaba la vigilancia de los mismos con otros Apóstoles. Había llegado ahí después de pasar por Olmos y Batán, cayó por reincidencia, salía a robar porque su papá se drogaba y no trabajaba para llevarle plata a el y sus hermanos. Quedo pegado por estar en la misma celda que Dávalos pero varios internos afirmaron que se quiso bajar del plan mas de una vez.

Víctor Esquivel Barrionuevo

Nació en 1962. Luego de Sierra Chica fue el cabecilla del intento de fuga de los Apostoles en Caseros (si, lo volvieron a intentar). Al "Cabezón" siempre persiguió lo mismo: escapar del encierro. Lo intentó seis veces en diferentes cárceles. Lo logró en Mercedes, en 1989, cuando salió y corrió a ver a su hijo. Risueño, Esquivel se pasó el juicio haciendo morisquetas con algunos de sus compinches. “Rígido, narcisista y egocéntrico, siente menosprecio por las obligaciones sociales”, lo diagnostican en el SPB. También afirman que “carece de relaciones empáticas con los otros presos”. Cuando en la génesis de la fuga Pedraza no pudo saltar el muro, Esquivel trepó la escalera para tratar de huir por sus propios medios, la estructura de madera cedió y se desplomó. Fue el que se encargó de capturar a los rehenes junto con otros dos.

Guillermo López Blanco

Tenia 45 años cuando decidió sumarse a la fuga, y una carrera delictiva profusa, “el Gallego” era, según definió un jefe penitenciario en el juicio, un tipo para el que escaparse es un berretín. Durante el motín se encapricho con la construcción del túnel por el que pensaban escapar de Sierra Chica. En el enero anterior lo habían encontrado limando los barrotes de su celda. En el ‘92 se había hecho famoso cuando rompió la puerta de su celda en la U9 y escapó por los techos con otros nueve presos. Purga una condena de 17 años por robo y secuestro. Su problema no es la acusación por el intento de fuga por el túnel, sino por el homicidio de Carlos Cepeda, el preso entregado por el SPB, cuando los amotinados amenazaron con matar guardias. Se dice que la fuga se arruinó por el, cuando Pedraza tenia la escalera lista lo llamó por señas del pabellón 8 al 6 para avisarle que estaba todo listo para empezar. López Blanco, que no entendía el lenguaje de manos tumbero no entendió y no le dijo nada a Brandán, perdieron quince minutos hasta que Pedraza se dió cuenta y aviso a otro interno. Durante el motín se encargó de ser parte de las negociaciones, los cabecillas lo utilizaron como anzuelo.

Miguel Angel Acevedo

 Es el más joven de los apóstoles, será por eso que le decían "Chiquito". Aunque mas tarde la prensa lo bautizaría “el Panadero”, por aquello del trozamiento de los cadáveres y la incineración de los cuerpos en el horno mayor del penal. Tenía fama de “soldado” permanente de algún líder, no siempre el mismo, según la acusación fue lo más parecido al esbirro carcelario, encargado de las tareas sucias. En términos psiquiátricos: “Busca constantemente relaciones de dependencia ante el temor de estar aislado afectivamente”. Una actitud que respondería a que “desde temprana edad sufrió la frustración de sus necesidades básicas, afecto y protección”. Nunca conoció a su padre. No sabe si tiene hermanos. Su madre murió cuando él tenía 15. Robaba para sobrevivir en la calle.

Juan José Murgia Cantero

Esta foto es actual, José Murgia es remisero y es uno de los dos apóstoles que no volvio a delinquir después de Sierra Chica.  Fue el único al que su mujer fue a ver a algunas de las audiencias del juicio. Tenía 29 años y hacía diez que estaba preso por un doble homicidio. Se lo acusa de ser quien remató con un cuchillazo en el cuello al buchón Agapito Lencinas, líder de la banda asesinada durante el motín. Después de eso fue herido y salió del penal en ambulancia. Cometió el error de sincerarse ante los psicólogos carcelarios cuando le preguntaron si dejaría de delinquir: “Voy a sentar cabeza de acuerdo a cómo se encuentre mi familia, si está mal económicamente me daría bronca y me inclinaría a delinquir”, dijo. Y quedó registrado, aunque salió y decidió alejarse de la vida de delincuente.


Mario Troncoso

Al "Flaco" Troncoso la vida le tenía bronca. Un padre golpeador, una mamá prostituta y la delincuencia fue la salida a todo eso. Siendo menor entró y salió varias veces de correccionales por hurtos y robos. A los 19 años hirió de bala al dueño de un auto que intentaba robar y quedo preso. Se sumó a toda la movida del botín porque era del "rancho" del Popó Brandán, quedo pegado por sus amistades. Era el encargado junto con Jaime Perez Sosa de trasladar y custodiar a los rehenes. Tambien de cuidar de que a Brandán no se le vaya la mano con los secuestrados ya que "Popó" estaba muy drogado durante todo el motín y a veces se ponía nervioso por demás. Troncoso también fue con Pedraza a ordenar el penal cuando mas de mil presos empezaron a destruir y quemar las instalaciones,


Lucio Bricka Puebla

Lucio Bricka Puebla era amigo de Pedraza, se tenían mucha confianza y habian compartido varios penales antes de Sierra Chica. Puebla estaba condenado por un homicidio. Tenia 34 años al momento del botín. Se repartió los días que duró la toma entre cuidar a los rehenes, ayudar a cavar el pozo de la carpintería y descuartizar los cuerpos de los presos asesinados. Una anecdota cuenta que Puebla protegió a la jueza secuestrada de Bradán que se estaba poniendo violenta. La jueza lo declaró en el juicio a los Apóstoles y sirvió como atenuante para la condena de Lucio. Terminó en el penal de Batán, Mar del Plata.


Ariel Acuña

El "Gitano". El tampoco delinque mas y actualmente se encuentra en libertad. Se unió a la fe evangélica estando dentro de la cárcel y ahora es un pastor que se dedica a predicarle a los presos sobe el amor de Dios. Se casó y tiene una hija. Fue el que ofreció el testimonio para el libro de Luis Beldi "Los 12 Apóstoles", publicado recientemente. Robaba con armas de fuego, por eso llego a Sierra Chica. Pero su adhesión al motín era por una causa mucho mas personal. Quería vengar la muerte de un amigo que Agapo Lencina había asesinado en Olmos. Acuña cuenta que desde que su amigo murió el juró que un día mataría a "Agapito". Su odio y rencor lo llevo a formar parte de los Apóstoles, aunque no participó activamente del armado del plan. Fue muy cercano a Pedraza y lo obedeció en todas las indicaciones que éste daba.


Aunque hubo mas involucrados y el total de condenados fue de 18, estas son las caras de los 12 Apóstoles mas conocidos y a los que los medios mas enfocaron durante la revuelta y el juicio.